jueves, 28 de enero de 2016

Homenaje a las vacaciones, la amistad y las aventuras: "El Cuerpo" (1982) del maestro STEPHEN KING!!

Para este nuevo año me propuse dos cosas: una, dejar de fumar y dos, recomendarles al menos un libro por mes. Ya fallé con la primera, así que me apuro con la segunda antes que termine enero. Me demoré un poquito porque quería comentar un libro relacionado con verano, vacaciones y diversión, y no se me ocurría nada adecuado. Les ha pasado cuando buscan algo y no lo encuentran y todo el tiempo lo tuvieron frente a su nariz? Así estaba yo, hasta que haciendo zapping me encontré con la maravillosa película "Stand by me" (Cuenta conmigo) de 1986. Ahí recordé que esta belleza está basada en un cuento del gran Stephen Edwin King llamado "El Cuerpo" y que forma parte del libro "Las cuatro estaciones" publicado en 1982. 

Gracias por su ayuda!!

En 1959, Gordie Lachance, el narrador, es un chico de doce años, la edad más difícil de todas. Peor aún, Denny, su hermano mayor, murió hace cuatro meses y sus padres aún no pueden superarlo. Todo lo que hacen estos señores es llorar por Denny e ignorar a Gordie, en ese orden (para una familia de pueblo chico yanqui del interior de los años cincuenta obviamente es más importante un hijo futbolista que un hijo escritor). Denny ha muerto en un accidente vehicular y Gordie deambula entre su casa con papás fantasmas y su casa del árbol, donde con sus amigos Chris Chambers, Teddy Duchamp y Vern Tessio juegan cartas, fuman, cuentan chistes y traman aventuras. Una muy calurosa tarde, el gordito Vern llega al "casino" diciendo saber donde está el cuerpo de un niño del condado, que desapareció hace algunas semanas. De inmediato los cuatro amigos deciden ir en su búsqueda.
Si bien los amigos de Gordie son su soporte emocional, todos vienen de familias disfuncionales. Chris es hijo y hermano de alcohólicos y delincuentes: su padre lo apalea día por medio y sus hermanos mayores están en la cárcel. La madre es tan fantasma como la Sra. Lachance. El padre de Teddy, veterano de la Segunda Guerra Mundial (y según su hijo se tomó la playa de Normandía) le quemó ambas orejas en la plancha de la cocina, lo que dejó a Teddy medianamente sordo y a su padre internado en un manicomio para ex combatientes. Vern es un niño sobreprotegido, cobarde y algo obeso. Chris, quien por sólo hecho de ser un Chambers es considerado delincuente a priori por todo el pueblo, es un alma noble, justa y valiente que protege a sus amigos y a quien lo necesite. Teddy ama incondicionalmente a su insano padre, según él, héroe de guerra, y lo defiende de quien lo ataque. Vern es un niño sensible y amable que en compañía de sus amigos es también valiente y arrojado. Los tres son el público perfecto para Gordie, quien sueña con ser escritor y expone ante ellos sus obras tempranas; sus amigos le dan el apoyo, la atención y las felicitaciones por su talento que no recibe en casa. En la búsqueda del cuerpo de Ray Brower podemos ver lo lindo y lo feo de ser niño: disfrutar con los amigos, acampar bajo las estrellas, bañarte en el río, y comprobar que la felicidad compartida es felicidad doble, así como la pena compartida es media pena.

Quien tiene un amigo tiene un tesoro. Y no es mentira.

Los dejo, para no caer en spoilers. Pero queda el link de "Las Cuatro Estaciones". Léanlo y me cuentan qué les pareció, "El Cuerpo" es la segunda historia, y aunque no me crean, no es verano... En palabras del maestro King, es el Otoño de la Inocencia. Pero nosotros no tenemos vacaciones de otoño, así que se aplica a nuestra realidad. 
Hay un momento de la historia en que Gordie, ya adulto, señala que él no ha vuelto a tener amigos como los que tuvo a los doce años. Dios, acaso alguien sí? se pregunta. Mi mejor amiga de los doce años lo sigue siendo hasta el día de hoy... Mabel, te quiero mucho!!

http://www.minceraft.cl/index.php/stephen-king/item/303-las-cuatro-estaciones-pdf-stephen-king

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Feliz Navidad a todos: "Regalo de Navidad", o "El Regalo de los Reyes Magos" (1905), de O. Henry

Amo la Navidad!! Y ustedes? Me encanta armar mi arbolito, poner en un lugar especial mi lindo pesebre, preparar una cena rica, adornar la mesa para la ocasión, hasta mi oficina está decorada como corresponde. Sólo me falta vestirme de Viejo Pascuero! (Santa Claus o Papá Noel para los amigos extranjeros de la Librotería) Y eso es lo que no me gusta de la Navidad. Tener que estresarse comprando regalos, y esa obligación de que el resto tiene que comprarte regalos. Eso arruina todo. Porque para comprar regalos necesitas tiempo y dinero, y el dinero es culpable de todos los males del mundo. Familia, amigos, compañeros, amigo secreto... etc. Es que acaso no existe la Navidad sin regalos?
La primera Navidad, allá por el año 0, no tuvo cena. Según la Biblia, la Virgen María y San José ni siquiera disponían de una habitación para el nacimiento de su hijo. Y los Reyes Magos llegaron más o menos una semana después, trayendo presentes para el Rey de Reyes. Conclusión: en la primera Navidad tampoco hubo entrega de regalos. Entonces, si esta bella celebración se trata de recordar el nacimiento de Jesús, por qué rayos los regalos son lo que más preocupa a las personas?
Mi Navidad ideal es la que, gracias a Dios, celebro cada año. Con mis seres queridos, compartiendo todos juntos. Algunos ya han partido, como mis abuelitos y mis abuelitas, y es también una linda oportunidad de recordarlos. A las 12 en punto llevo a mis sobrinos a la calle, para ver pasar al Viejito en su trineo. Felizmente, todos lo ven! En esos escasos minutos se ponen los regalos en el arbolito, y alguien se lleva el paquetito de galletas y la bebida que mi sobrina deja sobre la mesa de centro para el Viejito, "porque tiene que dar la vuelta al mundo y no come nada". Cuando entro con los niños, el griterío es emocionante. Un caos hermoso. Si llegan amigos a saludar, bienvenidos. En mi casa siempre habrá algo rico para compartir con ellos.
No es que yo esté en contra de hacer regalos o recibirlos. Cuando yo era niña, el Viejito siempre me trajo lo que le pedí. Sin embargo, en mi familia, si bien nuestra situación económica siempre ha sido buena (toco madera) la austeridad era algo muy importante. No era egoísmo: es austeridad. Creo que cualquier persona que, como yo, fue niño en los años 80, bajo la férula pinochetista, tiene un sentimiento parecido. En tiempos de crisis económicas, ollas comunes, enormes tasas de desempleo y constantes violaciones a los Derechos Humanos, había también solidaridad. Mis padres, por ejemplo, colaboraban comprando juguetes, alimentos y ropa para los niños a los que el Viejo no les llevaría nada porque sus papás estaban cesantes o presos. Y mucha gente más lo hacía.



Dicen que el libro apropiado en el momento justo es el mejor regalo.

Además, por esos años, cuando yo recién aprendía a leer, cayó en mis manos un librito de Editorial Quimantú llamado "Regalo de Navidad". Debo haber tenido unos siete años y no lo entendí bien, pero me quedó en la mente el sacrificio enorme de ese matrimonio, donde ambos renuncian a lo más valioso que tienen para poder darle una alegría al otro. Volví a leerlo cuando la dictadura había terminado, pude captar la historia por completo y creo firmemente que si todos leyeran este hermoso cuento, el mundo sería un lugar mejor. Les dejo el link para que reflexionen, y recuerden que la Navidad es una ocasión para compartir con la familia y las personas que uno quiere, y no para gastarse el sueldo o reventar su tarjeta de crédito comprando tonteras. Si sus niños no son consumistas, Ud. no les enseñe a serlo. 
Feliz Navidad a todos!!

Ahora sí el link:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/henry/el_regalo_de_los_reyes_magos.htm

martes, 17 de noviembre de 2015

No hay plazo que no se cumpla: Volviendo de África, de Corinne Hofmann

Saludos, amigos y amigas de la Librotería!! Hoy saldo una deuda MUY antigua: los comentarios a la segunda parte de la trilogía escrita por la suiza Corinne Hofmann, Volviendo de África. Aquí vamos.

Advertencia: HAY SPOILERS!!

Si la memoria no les falla, recordarán que hace un tiempo (más de un año, perdón) les hablé sobre cierta chica europea llamada Corinne que no encontró nada mejor que hacer con su vida que irse a vivir a África, casarse con un samburu y vivir en una choza hecha de caca de vaca, sin refrigerador, sin baño, sin TV, sin chocolates ni aire acondicionado. Lo que hacen algunas por amor. Y qué pasa cuando el amor se acaba? 


Corinne y Napirai en Suiza

Lo que hizo Corinne: tomas tu niñita, tu ropa y la de tu hija, y te subes a un avión que te lleva de regreso a Suiza. Suena fácil así, pero lo cierto es que Corinne es la resiliencia hecha mujer. Es digna de admiración por su capacidad de sobreponerse a todo lo que pueda pasar. Con la misma tenacidad que le permitió sobrevivir en Kenia, es capaz de reinventarse: busca trabajo en el comercio (y encuentra rápidamente, recordarán que antes de ser la Masai Blanca Corinne era dueña de una boutique para novias), consigue una casa cómoda para vivir con su hijita, participa en un grupo de madres solas, haciendo redes de amistad tanto para ella como para Napirai, la pequeñita a la que le molesta usar ropa abrigada, y no entiende por qué sus abuelos, tíos y primos tienen la piel de otro color, y por qué le hacen regalos de cumpleaños y Navidad, aunque sí le gusta la nieve, la comida suiza e ir al jardín infantil. Napirai tiene el mismo espíritu de su madre y se adapta rápidamente a su nueva vida. Corinne mantiene contacto esporádico con Lketinga (que encuentra nueva esposa a la velocidad de la luz, el muy vago) y un poco más con James, su hermano menor, e incluso les envía dinero cada vez que puede ya que la familia está en una compleja situación a causa de las guerrillas que se desatan en África. Entre su trabajo, la crianza de Napirai, el tiempo recuperado con su familia y sus nuevos amigos, y la preocupación por su familia política, empieza a escribir un diario de su vida en Kenia, el que será publicado después como La Masai Blanca
Dicen que las segundas partes nunca superan a las primeras, y creo que esta máxima se cumple en este caso. Volviendo de África no tiene la carga adrenalínica de La Masai Blanca, es una historia mesurada, tranquila, con un final previsible. Aún así, es un libro entretenido y le agradecemos a Corinne que su estilo de escritura sea tan diáfano. En mi caso personal, el primer libro me dejó con mucha curiosidad sobre la vida de Corinne luego de huir de Kenia, así que la lectura de Volviendo de África era casi una obligación para mí.



martes, 19 de mayo de 2015

50 sombras de Grey es una mierda!! Para l@s que saben, El Amante de Lady Chatterley

Un día de mi adolescencia, nos reunimos varias amigas en la casa de una de ellas. Luego de un rato de conversación femenina (novios, padres, moda, PAA, miss 17, quién era virgen y quién no) la dueña de casa nos habló de una "película prohibida", en la época que lo prohibido necesariamente tenía que ver con sexo. "La tengo, quieren verla?" preguntó Alejandra. Nadie dijo que no.
En realidad, luego de una media hora de ver los pechos de la noble e intentar entender la trama de la película, nadie le hizo caso y optamos por apagar el VHS y volver a nuestra charla de chicas. No me acordé del tema hasta que, varios años después (ya en mis 20) recorriendo una fascinante feria de pulgas, volví a encontrarme con Lady Chatterley. Y no en película. Era un libro. Decidí darle una segunda oportunidad a la dama; si en los años 80 y 90 era comentario obligado, por algo sería.
Cuando terminé el libro, me corrían las lágrimas (y también los mocos). Constance Reid, una mujer inglesa muy rica y muy educada (ídola, fue a la Universidad a principios de siglo!!) hija de un pintor y de una política, contrae matrimonio con el hijo de Sir Chatterley. Al poco tiempo de casados, Clifford, el marido, regresa parapléjico de la Primera Guerra Mundial; su padre muere de la pena que le provoca saber que su linaje no tendrá continuidad. Constance quiere ser mamá, y ya sin posibilidades de engendrar un hijo, se encarga del cuidado de su marido, lo que gradualmente la sumerge en una depresión terrible. Preocupada, su hermana mayor exige al cuñado que contrate una enfermera para que lo asista y así Connie pueda recuperarse. La mansión de los Chatterley, Wragby Hall, no está cerca de grandes ciudades, por lo que la mujer gasta su tiempo libre en largos paseos por el bosque de su propiedad y ocasionales visitas a los vecinos y al pueblo cercano. En esto, Clifford le sugiere que se embarace de algún hombre "que no sea inadecuado", que él criará al niño como su hijo y será el heredero de sus títulos y propiedades, ya que nadie sabe que su parálisis le impide ser padre. No obstante, para Connie no es tan fácil, y en uno de sus paseos por el bosque conoce al guardaparques de Wragby, quien sin ser un Apolo, es capaz de moverle ABSOLUTAMENTE TODO, desde el mundo como ella lo conoce hasta la última hormona de su cuerpecito. Aunque el autor dice y repite que el hombre no es guapo y es más bien corriente, yo lo imagino así:


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Mi versión de Oliver Mellors <3 
(en la película no es él)

No quiero hacer spoilers, así que únicamente les digo: lectura obligada para todos los amigos de la Librotería. También les diré que esta magnífica novela se publicó inicialmente en 1928, pero fue prohibida y censurada por las descripciones detallistas y concienzudas de las escenas de sexo. David Herbert Lawrence, maestrísimo!! Erotismo del bueno y redacción maravillosa (que aprenda la atorrante que escribió la mugre del Grey, acaso no fue a la escuela esa mujer?)
Recién en 1960 se imprimió en Inglaterra. Les dejo el link para que hagan la tarea ahora mismo:

jueves, 10 de julio de 2014

Corinne Hofmann I: La Masai Blanca

Hasta dónde es capaz de llegar una mujer por amor? Díganme ustedes.
La pobre Corinne Hofmann, nacida en Alemania y criada en Suiza, con todas las comodidades del primer mundo, abandonó TODO (literalmente todo, como el papel higiénico, el colchón, la TV y el agua caliente, por dar algunos ejemplos) al enamorarse de un guerrero samburu al que conoció durante sus vacaciones en Kenia (bien guapo debe haber sido el chico en cuestión, ya que la dejó loca sin siquiera tomarle la mano, y eso que Corinne estaba de viaje con su pareja!). Presa de este amor a primera vista, Corinne regresó a Suiza sólo para patear a su novio, vender sus posesiones y liquidar su exitosa y exclusiva boutique para novias, con el fin de establecerse en Kenia con su nuevo amor, Lketinga, que por muy guapo que sea es un absoluto zángano y machista como él solo. Mala combinación. Esta niñita se casa con el samburu y se va a vivir a una choza estucada con caca de vaca, sin luz, sin agua, sin calefont, SIN NADA! 


Corinne vestida de novia occidental el día de su boda


Corinne, Napirai y Lketinga

Sin embargo, Corinne es de esas románticas reales, al estilo de Julieta Capuleto o de Marge Simpson, por lo que no trepida hacer todo lo que esté a su alcance y lo que no también, por salvar su relación. Por ejemplo, gasta su dinero en tratar de levantar negocios que tanto por la ignorancia de su marido como por mala suerte, nunca terminan bien y no le dan para vivir. No quiero hacer un spoiler, así que sólo les contaré que nuestra amiga suiza se las sufre absolutamente todas viviendo en la selva (porque Lketinga en la ciudad, lejos de su familia, es una absoluta plasta). Las invencibles diferencias culturales desembocan en que finalmente, Corinne y su hijita Napirai, huyan a Suiza, porque Lketinga, aparte de ser un bueno para nada, se pone alcohólico, llegando hasta a golpear a su mujer y declarar que Napirai no es su hija.

Esta historia real inspiró la película "The Massai Princess", de 2007. Los nombres están cambiados, Corinne es Carola (la actriz alemana Nina Hoss) y Lketinga se llama Lemalian. El rol del samburu está en manos de Jacky Ido, quien actúa también en "Inglorious Bastards" del gran Quentin Tarantino.

La Masai Blanca es la primera parte de la trilogía que Corinne ha escrito sobre su vida en Kenia y el regreso a Europa. Estoy leyendo el segundo libro, "Volviendo de África". Se los comento apenas lo termine.

Pero les dejo la pregunta: hasta dónde es capaz de llegar una mujer por amor?




domingo, 24 de marzo de 2013

Las Crónicas de Narnia: El León, la Bruja y el Ropero

Hola a todos!
Doy inicio a mi blog con un homenaje: a la maravillosa saga Las Crónicas de Narnia, escritas entre 1939 y 1954 por el profesor inglés Clive Staples Lewis. Los cuatro hermanos Pevensie y sus aventuras en el país encantado de Narnia hicieron mi infancia aún más divertida.
El León, la Bruja y el Ropero (1939-1949) es el primer libro escrito y publicado de las siete Crónicas (aunque obedeciendo a la cronología narniana es el segundo), y Lewis lo dedica a su ahijada, Lucy Barfield. En el apogeo de la Segunda Guerra Mundial, y ante los bombardeos de la Luftwaffe sobre Inglaterra, en 1939 el gobierno británico impulsó la Operación Pied Piper, que reubicó casi un millón de niños y niñas lejos de los grandes centros urbanos del país e incluso fuera del Reino Unido. Así, Peter, Susan, Edmund y Lucy Pevensie dejan su Londres natal para vivir en una gran casona Tudor, en plena campiña, propiedad del anciano profesor Kirke. Sin colegio y sin madre cerca, los hermanos hacen y deshacen (siempre como buenos niños), y jugando a las escondidas Lucy, la menor (¡sí, como Lucy Barfield!), encuentra un ropero lleno de abrigos de piel que es el paso fronterizo al país de Narnia, donde habitan solamente criaturas mitológicas y animales con muchas habilidades humanas, y siempre es invierno, pero nunca llega Navidad... Jadis, la Bruja Blanca, se ha autoproclamado soberana del país y como todos los dictadores, es una tirana de lo peor. Al no ser humana, no puede reclamar el trono de manera legítima y lo usurpa hace cien años, siempre temiendo que llegue alguien con derechos reales sobre la corona. De acuerdo con una antigua profecía, "cuando la sangre de Adán y los huesos de Adán se sienten en el trono de Cair Paravel, los malos tiempos habrán sido desterrados para siempre". De ahí que al advertir la presencia de humanos en Narnia, la Bruja ponga en marcha todo su ejército para evitar que la profecía se cumpla, para lo que cuenta con un aliado... Edmund Pevensie. Sin embargo, la Bruja tiene su némesis: Aslan, el hijo del Rey-Más-Allá-Del-Mar, un león maravilloso que ayudará a los niños Pevensie y a los habitantes de Narnia a acabar con el mal.
En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, la Bruja fácilmente puede ser la representación guapa y civil de Hitler. En cambio, el buen Aslan es más bien un Mesías. La política no es lo suyo, sino la acción, la ayuda, la justicia y la libertad. Humildemente, él no trepida en sacrificarse por el bien de la comunidad ni en participar en la refriega, mientras que la Bruja, como buena tirana, tiene su máximo enemigo en el pueblo narniano,  que junto a los humanos y el león, son imposibles de derrotar. Y, ahora que soy adulta, pienso que Lewis, con esta espectacular historia, intenta proteger a Lucy Barfield (Pevensie) de la horrible etapa histórica en la que le tocó nacer.
Y esta maravillosa historia es la primera piedra de mi Librotería. Cometí el error de prestarlo... y nunca más lo recuperé. Les dejo la imagen de aquella edición, cuyas ilustraciones (las originales, de Pauline Baynes) son indudablemente más bellas de la que se publicó como marketing para la película de 2005.